El mantenimiento preventivo es imprescindible para un servicio técnico integral. Se trata de cuidar de tus máquinas, entendiendo que son una parte imprescindible de tu sistema de trabajo. Solo si funcionan a la perfección, tu producción se podrá mantener estable, sin sufrir alteraciones y con garantías de que sigue siendo segura la utilización de las máquinas.
Si quieres saber qué es el mantenimiento preventivo, lo primero que debes tener claro es que hay tres tipos de mantenimiento industrial que te ayudan a prevenir ciertos peligros: mantenimiento programado, mantenimiento predictivo y mantenimiento de oportunidad.
Mantenimiento preventivo
Como su propio nombre indica, previene. De qué, no se sabe, porque depende de tu actividad laboral y de los usos que exijas en las máquinas. De forma general, podría surgir cualquier problema en tu máquina. Piensa en la pérdida de dinero que supone una máquina paralizada por falta de mantenimiento. Precisamente, en evitar esto se centran los mantenimientos preventivos, en especial, cuando se trata del mundo de la industria.
Mantenimiento programado
Todas las máquinas necesitan revisiones periódicas. Por norma general, el propio fabricante te indica cada cuánto tiempo tienes que solicitar que un experto la revise, la ponga a prueba y repare cualquier imperfección o desgaste. A veces y dependiendo del tipo de máquina, la hora de realizar esta tarea no es cada cierto tiempo, sino cada un número determinado de kilómetros u horas de funcionamiento. Debes cumplirlo para asegurarte de que tu maquinaria funciona correctamente.
Por ejemplo, si llevamos esta práctica a un coche, podrías entender que la presión de las ruedas tienes que revisarla cada tres meses, si has hecho muchos kilómetros o has viajado con contrastes de temperatura. Sin embargo, el aceite lo tendrás que cambiar cada 10 000 km o cada dos años, en caso de que no alcances esos kilómetros en 24 meses.
Por norma general, si confías siempre en el mismo equipo técnico para las revisiones, ellos se encargan de mandarte un aviso de que te toca la siguiente. Así, nunca tendrás que estar pendiente de cuándo es ni preocupado por si tu máquina comienza a fallar sin previo aviso. ¡Estará controlada por manos profesionales!
Mantenimiento predictivo
Este tipo de mantenimiento se enfoca en determinar o intentar adivinar cuándo va a ser necesario realizar una reparación. Para ello, se hace un seguimiento del tipo de uso y funcionamiento que está ofreciendo, cuándo opera a máximo rendimiento y cómo reacciona a este tipo de uso en relación con la revisión anterior, etc. Así se detectan posibles fatigas de la máquina, empeoramientos del rendimiento y se consigue trazar predictivamente un momento idóneo para proceder a las reparaciones.
A pesar de que es una forma de poner a prueba la máquina, también se trata de un mantenimiento de conservación que no pretende corregir, sino prevenir que deje de funcionar. Sin embargo, en este caso, lo que prioriza es alargar lo máximo posible, pero sin llegar a que se convierta en una necesidad urgente, el cambio de pieza, el arreglo de zonas o la reparación del producto. En definitiva, aprovechar al máximo la vida útil de la máquina mientras continúa trabajando en condiciones buenas para las necesidades.
Si quieres continuar el paralelismo entre este tipo de maquinaria industrial y un coche utilitario normal, puedes pensar en las recomendaciones de tu taller de confianza. Seguro que tu mecánico te ha dicho en más de una ocasión que en la próxima revisión vas a tener que solicitar con tu cita que te cambien el aceite, los faros, la tracción, que te revisen el eje… Es posible también que te hayan avisado de que a la batería no le queda mucho tiempo de vida, etc. Con las máquinas para industria pasa algo parecido.
Mantenimiento de oportunidad
Por último, existe un tercer mantenimiento de conservación preventiva que se realiza, precisamente, en los momentos en los que la máquina no solo no está al máximo rendimiento, sino que no trabaja. Cuando no se utiliza, se puede realizar este mantenimiento que sería imposible realizar cuando es necesario que funcione.
Asimismo, se suele preferir que ninguna parte de la instalación esté siendo utilizada, para agilizar las comprobaciones de los técnicos especializados en los mantenimientos de oportunidades para las máquinas. Se trata de comprobaciones rápidas que se hacen con la máquina en frío para que todo funcione a la perfección.
Si quieres entender este ejemplo volviendo a la casuística del coche, piensa en si vas a realizar un viaje largo. Lo lógico es que, si vas a conducir muchos kilómetros, quieras hacer una revisión mecánica total del coche para comprobar si responderá o no a las horas de carretera que tiene por delante. Para esto, la práctica habitual es llevar el coche, dejarlo que enfríe y someterlo a pruebas exigentes al día siguiente. Se comprueba, así, su grado de respuesta ante el trabajo exhaustivo tras un período de descanso.
¿Cómo llevar a cabo los mantenimientos preventivos?
Ahora que ya conoces los tres tipos de mantenimientos preventivos que puedes hacer para tu maquinaria industrial, tal vez te preguntes cómo gestionarlos todos. Lo más importante es que confíes en profesionales. Ellos se encargarán de elaborar un cronograma para cada tipo de revisión. Además, llevarán la cuenta y anotarán todos los comportamientos cambiantes en piezas o rendimientos. De esta forma, estarás siempre enterado de posibles cambios o reparaciones que vayas a necesitar.
Si confías en un técnico profesional en mantenimientos, no vas a tener ningún problema para seguir operando con tu maquinaria. Piensa que si no arreglas los problemas a tiempo, las pérdidas pueden ser enormes: no solo en dinero, sino también en material y en tiempo.
El mantenimiento preventivo industrial se realiza implementando sistemas que cuiden de tu negocio. Deal II dispone de este servicio, que te ayudará a anticiparte a los problemas técnicos que pueda sufrir una máquina de embalaje. Podrás corregir la falta de consumibles a tiempo e impedir, de este modo, que se tenga que parar la producción. En consecuencia, no perderás tiempo ni dinero. ¡Cumple a rajatabla el mantenimiento preventivo de tu empresa!