¿Qué puede una faja personalizada hacer por mí? Prestar atención a los detalles es la base para convertirse en una empresa de referencia. Contar con un producto de buena calidad y que atraiga a los usuarios, con unas prestaciones que convenzan a aquellos que van a utilizarlo a un precio razonable son parte de los motivos por los que el público puede elegir un artículo de una u otra marca.
Pero los detalles son los que marcan la competencia. Por ello, que el embalaje sea bonito, cuidado y que haga referencia a la empresa que está detrás de ese objeto resulta muy conveniente.
Así, cada vez más empresas utilizan la originalidad y la creatividad para garantizarse la distinción en la presentación de sus productos, siendo la faja personalizada un recurso cada vez más demandado.
Faja personalizada: la clave está en el neurodiseño
Ya hace unas décadas que los expertos están trabajando para comprender la mente humana y por qué se dan unas respuestas u otras ante ciertos estímulos. Estos estudios han sido llevados a diversos sectores, entre ellos el marketing y la publicidad. El objetivo, en ambos casos, es saber cómo ha de realizarse el diseño de un producto, de un packaging o de una campaña de publicidad para que los clientes elijan el producto de una marca antes que el de la competencia.
En neurodiseño trabaja bajo ciertas premisas. La fidelidad, las emociones o la eficacia son algunas de ellas. Las escuelas de diseño cada vez inciden más en su importancia porque el mercado así lo requiere. Y es que si se conocen los estímulos con los que se obtiene una respuesta u otra por parte de los consumidores, será más fácil crear diseños que cumplan con todos esos objetivos.
¿Por qué apostar por un precinto personalizado?
A nadie se le escapa que la primera de las ventajas, cuando se utilizan fajas para cajas personalizadas, es que el cliente, antes de conocer el contenido de esas cajas, fija en su mente el nombre de la empresa que está a punto de hacerle feliz. Pero esta no es la única ventaja que obtienen las compañías al embalar las cajas de mercancía con un precinto personalizado:
- A los compradores les gusta más recibir un paquete que una caja envuelta de cualquier otra manera.
- Para los casos en los que el paquete lo recibe el cliente final, se obtienen mejores valoraciones, mejor percepción de la tienda, y hay muchas más probabilidades de que haga una foto al paquete que recibió y lo suba a sus redes sociales.
- Fideliza a los clientes.
- Es una gran manera de realizar publicidad, puesto que son muchas las personas que ven a los repartidores realizando su trabajo. Si la caja lleva una cinta de embalaje personalizada rápidamente se darán cuenta de qué contiene esa caja y es más fácil que recuerden la marca la próxima vez que vayan a comprar un producto de ese tipo.
- Permite ofrecer información adicional al cliente que recibe el paquete. Puede ser un gran soporte para recordar una promoción, hacer una llamada a la acción o informar de algunas implementaciones que se están desarrollando en la empresa.
Mensajes que puede incluir la cinta de embalaje personalizada
Las empresas apuestan por gran variedad de mensajes a la hora de personalizar sus cintas de embalaje o las fajas con las que se cierran las cajas. Cada una de ellas lo utiliza de la manera que más se ajusta a su estrategia de marketing y al mensaje o campaña en el que se esté haciendo incidencia en ese momento. También hay que tener en cuenta el tamaño de las cajas, el ancho de cinta que se vaya a utilizar o las personas que van a recibir ese envío.
La imagen de marca
Jugando con el logotipo, isotipo o imagotipo se consigue que la persona que ve la caja identifique, rápidamente, su contenido con la marca. Esto hará que la próxima vez que vaya a comprar un producto como ese lo recuerde y elija esa marca frente a otras.
Información general
Si hay espacio suficiente puede utilizarse la faja personalizada como un soporte para facilitar los datos de la empresa. Es un buen lugar en el que señalar el número de teléfono, correo electrónico o página web para que el cliente pueda ponerse en contacto o realizar más compras en el sitio.
Una promoción
Ese cierre personalizado y original es el lugar perfecto para informar al público de una promoción que esté vigente. De esta manera, no la verán solo los receptores del paquete (como ocurriría si se explica en un folleto que va en el interior), sino todos aquellos que manejen la mercancía o, simplemente, se fijen en ella mientras se están repartiendo los paquetes.
Una campaña concreta
Las empresas que utilizan embalajes personalizados los utilizan en momentos señalados como un soporte más para la campaña que se está realizando. Por ejemplo, es muy habitual que en Navidad los paquetes hagan referencia a esas fechas y aprovechen para felicitar las fiestas. O que en verano se hable de las vacaciones.
Información del producto
Los ingredientes, qué es lo que contiene o la forma de uso son algunos otros ejemplos de la información que facilitan las marcas en las cintas de embalaje de sus paquetes. De esta manera, se evita estropear el diseño del packaging incluyendo algunos datos que, según la normativa, es obligatorio indicar en un lugar visible.
Apostando por el embalaje personalizado
No importa el tamaño de la empresa, sus años de existencia o el sector en el que trabaje: la mayoría de las marcas están apostando por el embalaje personalizado, por lo que está cerca de convertirse en una obligación para aquellas que quieran sobresalir por encima de su competencia, y mantener una cuota de mercado adecuada.
Existen multitud de posibilidades para conseguirlo. Solo habrá que analizar qué es lo que se quiere transmitir a través del embalaje y el mensaje que se quiere mandar a los clientes. Una forma de comenzar a hacerlo es la faja personalizada, ya que es un soporte suficiente que no requiere una inversión tan grande como si se quisiera hacer un packaging original completo.