Los envases de plástico son higiénicos e inertes, lo cual los convierte en ideales para el envasado de alimentos, de líquidos o de medicinas. Tienen las características de ser ser ligeros, versátiles, de aislar la electricidad y de absorber energía de impacto, además de ser muy resistentes.
Este material es amigable con el medio ambiente, porque para ser producido consume menos recursos energéticos que otro tipo de materiales. Como es liviano, consume también menos combustible a la hora de ser transportado.
La situación ecológica actual causada por los envases de plástico
Debido a las cualidades de su composición química, el plástico no se degrada de forma natural. Un envase de plástico de un solo uso puede tardar alrededor de 1.000 años en descomponerse en la naturaleza. Se calcula que, a nivel mundial, se compran un millón de botellas de plástico por minuto, y que se utilizan 500 billones de bolsas al año. De todo esto, unos 8 millones de toneladas terminan flotando en los mares y océanos.
Este factor hace que sea imprescindible un adecuado tratamiento de los residuos plásticos. Sin embargo, la producción y el consumo no han hecho sino aumentar en las últimas décadas, todo lo cual ha producido un enorme problema ecológico por la acumulación de plástico y desechos derivados de este material, los cuales no son tratados adecuadamente.
El plástico reciclado puede aprovecharse como materia prima en la fabricación de nuevos productos, para ser utilizado como combustible y para ser convertido en nuevos productos químicos. Una eficiente gestión de residuos enfocada en el reciclaje contribuye, en gran medida, a disminuir el problema ecológico al cual nos enfrentamos actualmente debido a la deficiente gestión de los residuos de este material.
Según algunos estudios, se estima que desde la década de los años 50 han sido producidos por la industria 9 billones de toneladas de plástico. De esa enorme cifra, 7 billones de toneladas ya no están siendo utilizadas, es decir, son basura en la actualidad. Pero el dato que más llama la atención es referente al tema del reciclaje. De toda esta enorme cantidad de plástico, solo el 14 % es recogido para su posterior reciclaje, pero en realidad solo el 5 % es verdaderamente reciclado.
Las consecuencias de todo esto son graves daños al ecosistema mundial, especialmente en los océanos. Tal cantidad de basura se ha convertido en un problema imposible de manejar de forma óptima por los sistemas actuales de recogida y tratamiento de basuras, por lo que el planeta se va llenando de plástico cada vez más.
Soluciones para alargar la vida útil del plástico
Todo esto ha llevado a expertos y diversos organismos a advertir sobre la gravedad de la situación, y a aupar a gobiernos y entidades, tanto públicas como privadas, a tomar medidas para frenar la contaminación. Entonces es cuando debemos preguntarnos: ¿es el plástico el verdadero responsable de la situación actual? Para dar respuesta a esta pregunta, existen varios factores que debemos tener en cuenta.
El principal factor es tomar conciencia de lo que hacemos con los plásticos una vez que termina su vida útil. Sería posible hacer un uso responsable de los residuos plásticos de manera que no se produzca esta enorme contaminación, pero para ello es necesario, en primer lugar, un sistema que garantice la total recogida del plástico y su correcta gestión posterior.
Las tres R: reducir, reutilizar, reciclar
Mejor conocidas como reducir, reusar y reciclar, las tres R se presentan como la mejor alternativa para frenar el desastre ecológico que estamos atravesando.
La primera R nos invita a reducir la producción de plásticos. Para conseguirlo es necesario sustituir una parte de los envases plásticos por packaging sostenible. Por otra parte, hay que tomar conciencia como consumidores y optar por nuevas tendencias como el minimalismo, las cuales apuestan por consumir menos y reutilizar más, la segunda R.
Reutilizar consiste en darle una nueva vida a objetos que se desgastan por el uso o por el paso del tiempo, en lugar de desecharlos y comprar objetos nuevos. Esto puede aplicarse especialmente para los envases plásticos, ya que se puede optar por utilizarlos para cumplir con otras funciones. Del mismo modo, son muchos los proyectos que los reutilizan para fabricar objetos nuevos, como muebles y macetas, entre otros.
Por su parte, la tercera R nos invita a reciclar los residuos en lugar de continuar con la ingente producción de la industria, con el consecuente consumo energético, el desgaste de los recursos naturales y la acumulación de más plásticos de los que podemos procesar. De esta manera, nos garantizamos tanto la recogida de los plásticos que actualmente están contaminando el ambiente como la reducción en la producción de plásticos nuevos, ya que estas industrias pueden adaptarse para producir sus productos con plástico reciclado.
Apostar por embalajes reutilizables
Uno de los grandes problemas de los envases de plástico es que son de usar y tirar, por lo que su vida útil es realmente corta. Los consumidores cada vez toman más conciencia acerca de este problema, y se ha registrado un rechazo hacia la compra de productos con embalajes plásticos.
Es por ello que muchas empresas, conscientes también del problema ecológico que ocasiona la mala gestión de los plásticos, están optando por nuevas soluciones para el embalaje de sus productos. Una opción muy recomendada es el uso de embalajes sostenibles y fajas o flejes ecológicos.
Especialmente en la Unión Europea, se están tomando medidas para declarar la guerra al plástico, por lo que las empresas deben adaptarse a las nuevas normativas. Los envases sostenibles y los Flow Pack son fabricados con materiales como el cartón, el papel o incluso madera. Estos envases deben ser reciclables y reutilizables, es decir, que no sean de usar y tirar. Es importante que la fabricación de este tipo de envases se haga de forma sostenible, para evitar la emisión de agentes contaminantes.
Desde Deal II ofrecemos a las empresas una solución práctica y económica en fajado sostenible, ya que cumplimos con todos los requisitos de este tipo de embalaje. Nuestras opciones son reciclables y renovables, están hechas de materias primas abundantes en la naturaleza y elaboradas utilizando energías renovables e inagotables. Además, no contaminan y son biodegradables, contribuyendo así a que los productos sean realmente sostenibles.
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Ayudas gubernamentales para las empresas
Otro factor que debe estar presente es la ayuda económica y el apoyo gubernamental que contribuya con las empresas, de manera que estas puedan conseguir estos objetivos de embalajes sostenibles. Realizar la transición del embalaje plástico a uno biodegradable puede generar costos que no todas las empresas hayan contemplado, especialmente cuando se trata de las más pequeñas.
Estas ayudas económicas también deben ir especialmente orientadas a las empresas fabricantes de envases y embalajes plásticos, ya que son quienes deben adaptarse en mayor medida a las nuevas normativas establecidas por la Unión Europea. Todo este proceso debe estar debidamente subsidiado, así como ofrecer a estos negocios un acompañamiento y seguimiento adecuados que garanticen el éxito de la transición.
Del mismo modo, se deben apuntar esfuerzos y ofrecer ayudas económicas para las labores de limpieza y recogida del plástico a nivel mundial. Estas ayudas no solo deben estar orientadas a la retirada de estos residuos, sino que, además, deben orientarse a invertir en las plantas de gestión de residuos, las cuales deben ser adecuadas para el reciclaje de todo este material.
Asimismo, debe promoverse el uso de todo este plástico reciclado por parte de empresas que necesitan plástico para la fabricación de sus productos, tales como empresas de refrescos y bebidas, cosméticos y alimentos.
Objetivos de la ONU en relación a los envases de plástico
Mención especial haremos acerca de los objetivos propuestos por la ONU para 2030 para solventar esta situación. En una década debemos haber conseguido reducir a la mitad la cantidad de desperdicios alimentarios que generamos en la actualidad. También se busca que los productos químicos sean gestionados ecológicamente para evitar la contaminación que provocan.
Especial hincapié se ha hecho en cuanto a los envases de plástico de un solo uso. Los 10 tipos de plástico utilizados para estos envases representan el 43 % del total de los residuos en las playas europeas. Estos artículos están constituidos por pajitas, removedores de bebidas, platos, vasos, cubiertos, tazas, botellas, envases alimentarios, envoltorios de comida rápida, bandejas, etc.
El ciclo de vida de los residuos
Es importante diseñar un ciclo de vida largo para los residuos, esto es, evitar la fabricación, comercialización y uso de los envases de usar y tirar, para lo que deben ser fabricados con materiales biodegradables. Otra medida apuesta por los envases reutilizables, para disminuir la producción de basuras y desechos.
En esta misma línea de reducción de los residuos, se plantea conseguir una disminución drástica en la generación de desechos, especialmente los plásticos, a través de métodos para impulsar la reducción, el reciclado y la reutilización de los recursos.
Entre las resoluciones que fueron tomadas en la Cuarta Asamblea de la ONU para el Medio Ambiente, se planteó el diseño y fabricación de productos que puedan ser reaprovechados, modelos de producción sostenibles y el desarrollo de tecnologías que permitan la gestión adecuada y óptima de basuras y residuos.
Como podemos apreciar, no se trata únicamente de cambiar los plásticos por el uso de otro material. Se trata de crear un cambio en la consciencia tanto de consumidores como de empresarios, en los cuales se promueva una producción y un consumo más sostenibles de productos de todo tipo, que nos permitan conservar el medio ambiente y cuidar del planeta.
