Con el auge de los comercios online, el empaquetado, fajado y/o enfajado de un producto está cobrando más importancia que nunca. El futuro del packaging pasa de manera indiscutible por la sostenibilidad. El valor diferencial para el cliente que ofrece un producto con estas características es crucial. Además, si es reutilizable, se contribuye al cuidado y el respeto por el medioambiente.
El packaging en la actualidad
La historia del packaging ha sufrido una gran evolución y, cada día que pasa, son más las empresas que le dan mayor importancia. Gracias al embalaje sostenible, cualquier marca o empresa puede mostrar sus atributos ecológicos.
Además, el 1 de enero de 2023 entró en vigor una nueva normativa sobre los plásticos de un solo uso. El objetivo que se persigue con ella es reducir el impacto que tiene la gestión de residuos tanto en el medioambiente como en nuestra salud.
Con esta finalidad, se ha creado un nuevo impuesto sobre los envases de plástico que no sean reutilizables. Las empresas deberán soportar un incremento de 0,45 euros por cada kilogramo de plástico no reutilizable que empleen en su producción.
Para que una organización pueda utilizar un packaging sostenible es fundamental que cuente con los servicios de un proveedor de materiales que le permita automatizar los procesos.
Un packaging más atractivo y sostenible para el usuario
El packaging reutilizable es mucho más atractivo para el usuario en la actualidad debido a la concienciación social que hay sobre el medioambiente. Veamos las principales ventajas que aporta el uso de este tipo de embalaje.
Reducir el uso de materiales
Al ser reutilizable, con su uso se consumen menos materias primas y materiales. Esto no solo consigue reducir la huella de carbono que deja la empresa en el planeta, sino que también conlleva un importante ahorro económico.
Gestión de residuos
No solo se generan menos residuos, sino que aquellos que se crean se gestionan de manera más eficiente. Al ser reutilizables, no se desperdician y pueden volver a entrar en el ciclo de producción.
Mayor responsabilidad social
Gracias a este tipo de embalaje mejora la salud del planeta, de los productores y de los consumidores. Los materiales reciclables y biodegradables contienen menos sustancias tóxicas y son menos nocivos.
Hay empresas muy comprometidas con el medioambiente que utilizan plástico 100 % reciclable, embalajes fabricados con materiales reutilizados e, incluso, bolsas de plástico que pueden ser recicladas.
Mejora la imagen de marca
La imagen de negocio que se proyecta al exterior es de ser responsable y cuidadoso con el medioambiente. Si tenemos en cuenta la concienciación que existe en la actualidad en este sentido, muchos clientes se interesarán por ella y valorarán positivamente su política de packaging.
Al fin y al cabo, es la carta de presentación del producto y, por lo tanto, el primer impacto que tiene el cliente sobre la empresa una vez que lo recibe. Si el embalaje es sostenible, funcional y práctico, las posibilidades de compra se multiplicarán.
Tendencias para el futuro del packaging
El futuro del packaging pasa por ser sostenible y emplear materiales reutilizables y muy poco contaminantes. Para ello existen diferentes alternativas, que serán las principales tendencias del futuro en este sentido.
Ecodiseño
El ecodiseño tiene en cuenta la sostenibilidad desde que se fabrica el producto hasta que se elimina. De esta manera, se reduce notablemente el impacto ambiental que genera durante su ciclo de vida.
Es decir, su prioridad no es solo que la caja o el envase que se utilice para transportarlo sea atractiva, sino que no sea nocivo o contaminante para el entorno y el medioambiente.
El ecodiseño tiene esto en cuenta desde que comienza el proceso de producción hasta que se recicla el embalaje en cuestión.
Uso de monomateriales
Es una de las mejores maneras de generar envases sostenibles, ya que son materiales fabricados de tal manera que no necesitan la separación de sus componentes para su reciclaje.
Los monomateriales se convertirán en tendencia por la gran cantidad de ventajas que ofrecen. La principal es la gran facilidad que ofrecen en el proceso de reciclaje, algo que puede llegar a educar a los consumidores sobre cómo hacerlo correctamente.
Reciclado después del consumo
Afortunadamente, esta es una tendencia cada vez más consolidada en las empresas y en los propios consumidores. Todos estamos familiarizados con el reciclaje y sabemos cómo se lleva a cabo. Quien hoy en día no recicla, no lo hace porque no quiere.
Eso sí, para que se puedan reciclar, es imprescindible que los embalajes sean reutilizables. Eso depende de las empresas y organizaciones que apuesten por ello, teniendo en cuenta las tendencias del packaging actuales.
La evolución del packaging en los últimos tiempos
La historia del packaging ha sufrido una enorme evolución hasta llegar a nuestros días. Cuando se comenzó a utilizar, no se le daba ninguna importancia al uso de materiales respetuosos con el medioambiente. Simplemente, era una manera de proteger los productos para que no se dañaran.
Aunque hoy en día siguen cumpliendo esta función, la educación sobre lo importante que resulta respetar el planeta ha conseguido que esto cambie.
Algo que ha logrado impulsar esta filosofía es el enorme crecimiento que han tenido los negocios online. Hay que tener en cuenta que este tipo de empresas necesita enviar los pedidos de sus clientes a sus domicilios o al lugar que ellos les indiquen. Ello ha provocado que la utilización de embalaje se multiplique y, con ella, la necesidad de que este sea sostenible.
Las empresas han tomado conciencia de que el packaging debe ser reutilizable para poder ser usados nuevamente. El objetivo ha de ser que todas las organizaciones que hagan este tipo de envíos utilicen este tipo de materiales en el embalaje de los productos. De esta manera, conseguiremos disminuir la contaminación y aprovechar al máximo los componentes que se emplean para ello.
El futuro del packaging es más que evidente, ya que todas las empresas tienen claro que apostar por la sostenibilidad es necesario. Para ello, deben poner en marcha nuevos procedimientos y buscar la ayuda de proveedores que les permitan automatizar procesos y que, además, se adapten a las normas vigentes.
