Los flejes ecológicos son una de las soluciones más utilizadas actualmente para intentar minimizar el uso de materiales contaminantes en el embalaje. Dentro de estos, podemos encontrar los flejes biodegradables.
A la hora de asegurar el embalaje de ciertos artículos, el fleje resulta ser una de las opciones más demandadas y populares, ya que demuestra una elevada eficacia a la hora de agrupar productos más difíciles de lo habitual. Para elegir el más conveniente, es necesario conocer qué diferentes flejes conviven en el mercado y qué características presentan frente al resto.
¿Qué son los flejes ecológicos?
Son una solución de flejado perfecta para la agrupación de productos, la estabilización de palets y el cierre de cajas. Gracias a sus materiales ambientalmente sostenibles, generan menos residuos, de ahí que su demanda esté en incremento.
Tipos de flejes ecológicos
Los materiales de los que están compuestos son variados y, dependiendo de su composición, pueden aportar cierto valor añadido según el uso que se le vaya a proporcionar. Estos son algunos de los más usados:
Flejes PLA
El fleje PLA es biocompostable, ya que su materia prima es reutilizable como abono. Está fabricado con ácido natural poliáctivo, que minimiza el consumo de combustibles fósiles. Desde hace varios años, se utiliza como una opción sostenible en diversas industrias entre las que destaca la del empaquetado.
El PLA es un tipo de polímero biodegradable que es sintetizado a partir del ácido láctico, como puede deducirse de su nombre (“Poly-Lactic Acid”). El ácido láctico es una sustancia que puede obtenerse a partir de productos alimenticios que contienen almidón, por lo que se trata de un material ilimitado. Entre estos productos destacan la remolacha, el maíz o el trigo.
Flejes PET
Los flejes PET son 100% reciclables y reutilizables. Son estables con la temperatura, tienen una alta elasticidad y resisten hasta 600 kg a la tracción. Son perfectos para palets de papel y cartón ondulado o palets con cargas más pesadas como las tejas, la madera o las latas.
Flejes de Polipropileno
Los flejes de polipropileno son reciclables, aunque no al 100%. Suelen verse, sobre todo, en el sector alimentario e industrial. Su principal ventaja es que presenta una gran flexibilidad que permite una fácil y ágil utilización.
Fleje de acero
El fleje de acero es bio y reutilizable, aunque no es posible reciclarlo. Está pensado para aquellos casos en los que la resistencia y la fortaleza sean cualidades imprescindibles para agrupar la carga. Suele encontrarse, por tanto, en los sectores de la construcción, de la siderurgia, etc.
¿Qué son los flejes biodegradables?
Evitando el plástico y buscando el uso de materiales con impacto cero en el medio ambiente, surgen los flejes biodegradables. Como su propio nombre indica, son cintas que apenas usan materias contaminantes y suelen proveerse de componentes ecológicos; esto es que minimizan su huella de carbono y reducen el uso de combustibles fósiles en su producción.
Cada vez, dentro de la industria, es más importante apostar por materiales de embalaje sostenibles como los flejes biodegradables para ayudar a nuestro planeta. Tanto es así y tanto se extiende la conciencia sobre un mundo sostenible que, actualmente es el propio usuario final el que exige que las empresas se comprometan más con el entorno.
¿Qué ventajas tienen?
En primer lugar, hay que señalar que este producto puede colocarse en una flejadora manual. De este modo, se consigue una mayor precisión en el proceso, además de facilitar en todo momento la labor del operario. Se trata de un fleje como otro cualquiera, con la ventaja de que está sintetizado a partir de materiales reciclados.
Sin embargo, son otras muchas las características que hacen que se utilice tanto en las fábricas para el empaquetado de productos. Por un lado, hay que destacar que se trata de un material resistente al peso, por lo que sirve para sellar cajas y cargas más pesadas. Por otra parte, también destaca su resistencia a otros factores externos como la humedad, los rayos UVA o la temperatura.
En el mundo del transporte, especialmente si nos referimos a las exportaciones al extranjero, el producto pasa por diferentes medios. Ya sea en camiones, barcos o aviones, es posible que los cambios de temperatura y humedad sean importantes. Si se utilizase un fleje de plástico no resistente a estos parámetros, este podría despegarse o bien romperse, de modo que la mercancía quedaría en peligro.
Los flejes biodegradable pueden resistir estas condiciones bruscas, y eso hace que se escojan para el transporte entre diferentes países y continentes. En estos casos, es más frecuente que haya cambios en las condiciones del medio y contar con un fleje de estas características garantiza que el producto llegue en las mejores condiciones.
¿Por qué hay tanto interés por los flejes biodegradables?
En la actualidad, existe un problema muy importante en cuanto a la contaminación del entorno natural que tiene que ver en gran parte con los plásticos. Cada año se consumen miles de toneladas de plásticos indiscriminadamente que acaban en los ríos y océanos, perjudicando a las especies que habitan en estos.
Pero la dimensión del problema es todavía mayor. Los plásticos convencionales se van disgregando en pequeños fragmentos que reciben el nombre de microplásticos y que no son visibles al ojo humano. Esto hace que puedan encontrarse en el medio, en las aguas o en la comida y ser, en el peor de los casos, ingeridos en el consumo diario.
No obstante, si los plásticos que se utilizan son reciclados debidamente, se les puede dar una segunda vida en forma de flejes biodegradables. Además, si se parte del ácido natural poliláctico (PLA) como sucede en este caso, estaremos utilizando una materia prima abundante y renovable.
En definitiva, los flejes ecológicos son una muy buena opción para contribuir a un planeta más sostenible. Las empresas utilizan normalmente un fleje de plástico para asegurar las cargas y, si se consigue cambiar este por unas alternativas más respetuosas con el medioambiente, se estarán produciendo cambios positivos. Estas acciones son apreciadas por los clientes y también por las instituciones de gobierno que, cada vez más, han puesto una línea roja para frenar el consumo de plásticos.