El diseño de embalaje constituye, en la actualidad, una valiosa estrategia de marketing. Pero ¿cómo plantear en una época marcada por la sostenibilidad y la transición ecológica? La realidad demuestra que podemos implementar ciertos cambios en el empaquetado. La protección, la información y el reciclaje son tres aristas que debemos cuidar.
Cómo elegir el estilo de tu diseño de embalaje
El estilo es fundamental para captar la atención del consumidor. Las nuevas tendencias priorizan el impacto visual frente a la información que se puede desprender posteriormente. Este factor se cumple, especialmente, en el ámbito del ecommerce, dado que captar al cliente digital resulta más complejo.
Según el producto
El tipo de producto determinará el material en el diseño de envases. En este sentido, podemos identificar varias opciones con elevada versatilidad. Este último punto es primordial, puesto que garantiza la rentabilidad del formato escogido:
- Plásticos: No es aconsejable teniendo en cuenta las restricciones legales que se están comenzando a aplicar.
- Vidrio: Se emplea, sobre todo, en el sector de la alimentación y se valora por su potencial reutilizable.
- Aluminio: Destaca su especial ligereza y su capacidad para mantener los productos con mayor higiene.
- Cartón: Especialmente, el corrugado, combina la ligereza con la resistencia para envases más compactos.
Según el valor de marca
El packaging constituye un elemento relevante para generar valor de marca. La clave está en posicionarlo como la carta de presentación de cara al consumidor. Este punto cobra mayor importancia en el caso del embalaje para e-commerce. Durante los últimos años, han surgido varias tendencias que conviene tener en cuenta:
- Interacción con el consumidor: Hay envases que plantean un reto para conectar con el cliente de modo más cercano.
- Minimalismo: Permite posicionar a una compañía como una opción seria y centrada en la calidad de sus productos.
- Formatos smart: Los códigos QR pueden invitar a acceder a una web para conocer más catálogos o a conocer la RSC.
Según el sector
El embalaje es fundamental para asegurar la protección de los productos. Algunos sectores requieren un embalaje especial según la actividad a la que se dedican.
En el sector de la alimentación los embalajes deben ser más higiénicos y sostenibles. En este sector es fundamental la trazabilidad de producto, identificando los productos para realizar un seguimiento desde el origen hasta el final. Cada vez existen más alternativas para que los productos se conserven de forma adecuada y tengan un diseño más personalizable y llamativo para los consumidores.
En el sector del transporte se utiliza un diseño menos llamativo, pero con la función de proteger el producto, identificarlo fácilmente, aportar información sobre el contenido de los paquetes y mejorar la manipulación de la carga.
En el sector farmacéutico y cosméticos se deben tener varios aspectos como la utilidad, la imagen de marca, las características del producto y la información imprescindible para los usuarios.
Según el método de comercialización
Las tiendas físicas, tradicionalmente, han optado por medios basados en la rentabilidad. Con el auge del comercio electrónico, los envases se han posicionado como una inversión recuperable en el corto plazo. ¿Por qué razón? Hay tres motivos que, sobre todo, en el panorama actual, lo explican:
- El cliente digital está caracterizado por ser más exigente, lo que requiere desarrollar embalajes más atractivos.
- Los envíos pueden perjudicar el producto, así que la protección es todavía más importante.
- La competencia es más elevada, de modo que las tiendas deben optar por envases que marquen diferencia.
Aspectos que tener en cuenta
Las tendencias anteriores no se podrían explicar sin un sentido práctico que las llevara a la realidad. El diseño de packaging necesita cumplir con cuatro funciones. Hay que atender a las características técnicas de cada material y, en consecuencia, de cada embalaje diseñado.
Contener y proteger
La contención es primordial en productos de embalaje o cristal. Un golpe puede producir una rotura completa, lo que perjudica seriamente la fiabilidad de la marca. Hay ciertos medios que se pueden incluir como método de seguridad interna:
- Espumas de protección.
- Cantoneras y esquineras.
- Plásticos VCI anticorrosión.
- Perfiles de espuma.
- Films de espuma.
- Protecciones tubulares.
- Plásticos de burbuja.
Dar información
¿Cómo debe plantearse la información de un envase? La realidad demuestra que, más allá de los imperativos legales, hay datos básicos que no deben faltar. Si hasta ahora nos habíamos centrado en la forma, ahora lo haremos en el fondo:
- Logo de la empresa, como base de la identidad corporativa.
- Imagen clave o imagotipo como distintivo del producto.
- Representación gráfica del producto de manera accesible.
- Descripción del producto.
El último punto requiere una especial atención. La descripción debe estar centrada en el tipo de producto:
- La alimentación debe ofrecer datos relativos a los ingredientes e información nutricional.
- Los medicamentos requieren un etiquetado farmacéutico sobre las advertencias pertinentes.
- La ropa debe contener métodos de procesamiento y composición textil en porcentajes.
Generar atención
Los envases personalizados han ganado popularidad en el embalaje para e-commerce. El uso de un producto como medio de comunicación es la base de las tendencias más contemporáneas. Debemos tener en cuenta que el cliente cada vez es menos impulsivo debido a la elevada competitividad. Por tanto, es primordial generar atención sobre nuestra propuesta.
El uso del cartón, por ejemplo, se está consolidando cada vez más. No obstante, es un material que puede dar una imagen de poca calidad o proporcionar un acabado pobre. En consecuencia, nuestra recomendación es recurrir a complementos decorativos, que pueden ser florales o más elegantes.
Por otro lado, es conveniente detenernos en el público juvenil. Con el objetivo de captar su atención, se puede hacer uso de colores vivos y brillantes. Los tonos pastel o el beige no son de su interés, así que no son una elección oportuna. Igualmente, el estilo vintage, de moda hoy en día, no resulta compatible con los más pequeños.
Facilitar el reciclaje
Desde el sector del packaging se pone especial énfasis en distintas prácticas. Estas directrices están en línea con los objetivos que la Unión Europea plantea conseguir para 2030.
- Envases plegables: El polipropileno facilita la reducción de los residuos, una de las tres erres.
- Certificaciones y distinciones: Los códigos ISO, por ejemplo, son una opción aconsejable.
- Estructuras huecas: La protección interior con espaciadores permite aprovechar el espacio.
En definitiva, el diseño del embalaje no debe ser visto como un desafío en la coyuntura actual. Hay que concebirlo como un aliado para mejorar la imagen de marca y potenciar la comunicación con el consumidor. Sin duda, una huella de identidad que se adapta en la evolución que experimentan nuestros modelos de consumo.
