El embalaje de un producto juega un papel vital en el comercio. Al captar la atención de los clientes potenciales, puede suponer una ventaja sobre la competencia. Así, desempeña numerosos roles esenciales para las empresas, los transportistas y sus clientes. Y cumple funciones relacionadas con el marketing y el conocimiento de la marca.
Uno de sus papeles principales es proteger los productos durante el transporte y hasta el momento en que el cliente abre el paquete. Si el producto está dañado cuando lo recibe, su percepción de la empresa comercializadora también se verá dañada, y es probable que tenga que reemplazarlo o devolverle el dinero, lo que supone costes adicionales.
El embalaje es, generalmente, la primera impresión que el consumidor recibe, y es crucial que transmita la solidez de la empresa. Si es de alta calidad, es más probable que los clientes asocien la marca y sus productos con la calidad. En caso contrario, se demuestra desidia y parece que a la organización no le importan lo suficiente sus productos y sus clientes.
Funciones del embalaje
A continuación, revisamos las principales funciones del embalaje.
Proteger
Durante el almacenamiento o el envío, si se trata de productos delicados, el embalaje los protege con eficacia. Minimiza el riesgo de roturas, ofreciendo una capa acolchada durante el tránsito que también servirá de protección contra la suciedad, la humedad y otros factores potencialmente dañinos. Algunos productos son sensibles a la luz o a la temperatura, de manera que requieren materiales especiales que contribuyan a crear una atmósfera protectora. Y el embalaje de productos frescos supone combatir la propia degeneración del producto a causa de su exposición a factores externos.
Contener el producto
El diseño del packaging debe ser seguro y permitir que el producto llegue en perfectas condiciones hasta el consumidor. Por ejemplo, si nos han pedido una selección de productos para el cuidado de la piel, el embalaje tiene que ser capaz de contenerlos todos juntos durante su transporte. Otros productos deben almacenarse de cierta forma y con un envase adecuado, como los líquidos embotellados. Cuando cumple bien su función, el embalaje puede ser una fuerte lealtad a la marca.
Imagen de marca
El envase debe ayudar a promocionar el producto que contiene y a la marca subyacente. Se trata de una de las primeras oportunidades para comprometerse con los clientes y alentarlos a elegir una marca sobre otra de la competencia. Debe estar en línea con otras premisas de la estrategia de marketing y con la identidad corporativa general, así como con la personalidad de la firma.
La tipografía, las imágenes y los colores elegidos deben evocar emociones y alentar a las personas a confiar en la marca. Para muchas empresas, el embalaje es tan atractivo como el producto que contiene.
Ofrece la oportunidad a los nuevos clientes de familiarizarse con la marca y mejorar el conocimiento de esta, lo que a medio plazo puede influir en el volumen de ventas.
Información
Al margen de facilitar una identificación rápida y fácil de lo que hay dentro, la forma del embalaje, el color e, incluso, el acolchado interior, cuentan una historia sobre el producto que un cliente ha optado por comprar. Asimismo, sirven de base informativa para exponer las características del producto, sus restricciones de uso o de transporte, los estándares de certificación que cumple y un sinfín de datos que pueden resultarles relevantes a clientes y transportistas.
Es esencial que brinde suficiente información y que lo haga de una manera fácilmente legible y comprensible.
Existen casos en los que no es conveniente identificar los productos que contiene. El alcohol, las joyas y otros productos de alto valor, en ocasiones, son un objetivo muy tentador para los ladrones. Por lo tanto, un embalaje simple, sin marca, podría ser la respuesta adecuada para asegurarse de que los paquetes lleguen de manera segura.
Principales materiales que se usan en el embalaje
Hay muchos tipos de embalaje de un producto que se componen de diferentes materiales. Comentamos algunos de los más destacados en este apartado:
Papel y cartón
El papel se emplea para fabricar una gran variedad de productos de embalaje ligeros, como etiquetas, papel kraft o bolsas de papel, entre otros. El cartón es más grueso y duradero que el papel estándar y, a menudo, se usa en el embalaje primario o para flejar cajas. Se utiliza para proteger y contener productos como bricks de leche, cajas de cereales, electrodomésticos, etcétera.
Está indicado tanto en el embalaje primario como secundario. El cartón corrugado es un material de embalaje hecho de fibra muy importante en la industria del embalaje.
Plástico
El plástico es, probablemente, el material de embalaje más conocido y se usa en forma de recipientes plegables, botellas, bolsas, tubos flexibles o películas retráctiles. Pero el más destacado dentro de este material es el fleje de plástico.
Es flexible, liviano y duradero, y se puede usar para crear materiales de protección transparentes u opacos aptos para alimentos. También es resistente a los productos químicos y al calor. El problema al que se enfrenta el plástico es que, dependiendo del tipo que se utilice, es extremadamente difícil de reciclar.
Madera
La madera se emplea para proteger algunos productos pesados y sirve para crear elementos de soporte, como palets. Algunos productos se siguen empacando en madera, como los puros o el vino.
Aluminio
Los envases de aluminio son versátiles, ya que este material es altamente resistente a la corrosión. Ofrece una excelente protección contra la luz, los rayos ultravioleta, los aceites y el oxígeno.
El aluminio es liviano y duradero y se puede usar con laminados para proporcionar una protección de barrera extremadamente delgada en alimentos y bebidas. Se utiliza con frecuencia para envasar medicamentos, debido a su naturaleza no tóxica. También para prolongar la vida útil de los productos. Se puede encontrar en forma de latas de aluminio, papeles de aluminio, aerosoles, etcétera.
En suma, el embalaje de un producto, además de ayudar a proteger las mercancías durante su transporte, puede aportarnos un valor diferenciador con respecto a la competencia, así como ayudar a transmitir los valores de nuestra empresa.