En una era donde el mercado globalizado y la posibilidad de comprar y vender en Internet se acrecienta cada día, el embalaje transparente sirve como un complemento perfecto para marcar la pauta no solo para proteger el producto durante su traslado o guardado, sino también para enamorar al cliente mostrándole lo que el empaque lleva dentro.
Naturalmente, antes de diseñar un embalaje invisible es necesario saber cuáles son los productos que va a contener así como el público objetivo al cual van dirigidos, y todo esto, a su vez, se verá reforzado con un estudio de mercado pertinente creado para medir medir qué índice de impacto o éxito tendrá tanto el envase como el contenido.
Embalaje transparente o invisible, una tendencia del mercado actual
La forma, al igual que el contenido, tiene una importancia notable y resulta muy importante la presentación del empaque en un mercado con cada vez más opciones. Usando un embalaje de acuerdo con el mensaje que se le quiera dar, es posible sorprender al comprador.
El empaque en la industria de los alimentos
Durante muchos años la industria alimentaria ha caminado a la par de la industria del diseño para hacer más atractivo el producto a la vista de los clientes. Y, en ocasiones, el empaque tenía mayor preponderancia que el contenido. De esta forma, el marketing ha jugado un papel más que complementario en las envolturas de los productos alimenticios.
Sin embargo, las tendencias y nuevas políticas de consumo han obligado a las empresas fabricantes a ajustarse a las medidas medioambientales. Así, muchos proveedores han cambiado los materiales de sus empaques, haciéndolos biodegradables o con materiales reciclados, con diseños atractivos o innovadores, ya sean a la medida del producto o para contribuir a la mejor difusión de la información que los clientes de hoy buscan.
Más aún cuando las nuevas generaciones son más exigentes, no solo con los productos que adquieren, sino también de los materiales que los acompañan para mitigar el impacto ambiental que generan, por ejemplo, los envases.
Asimismo, las preferencias del consumidor apuntan hacia un consumo más responsable y saludable. Por lo cual, el consumo de comida supone un reto para la industria alimentaria, que debe cumplir con los estándares de calidad y cantidad.
El embalaje de productos frescos en un contexto ecológico
El futuro es hoy, por lo que la manera de contribuir al cuidado del medio ambiente es un consumo consciente de las necesidades básicas de subsistencia. En este contexto, la industria del embalaje de productos frescos dispone de alternativas basadas en el conocimiento de su target o público objetivo.
De acuerdo con esta nueva forma de presentar los productos alimenticios, los embalajes han acrecentado su valor agregado, mostrando las frutas o verduras y todas las propiedades y los aportes saludables que poseen, que se encuentran más a la vista del consumidor.
Pero, ¿cuáles son los requerimientos de esta nueva imagen y las exigencias de los consumidores?
Lineamientos de un embalaje transparente de productos frescos
En primer lugar, el embalaje debe cumplir con algunos lineamientos basados en los deseos de los clientes de una vida saludable, una mejor calidad de vida y una mayor conciencia ecológica.
Además de estos principios, el embalaje se enfoca en la presentación del producto cuidando y previniendo las pérdidas de productos frescos en el mercado por un proceso de distribución y empacado incorrectos. Por ejemplo, una de cada dos frutas o verduras producidas no llegan al plato del consumidor por el tiempo transcurrido desde la cosecha al procesamiento, la distribución y el consumo.
En un diseño denominado «del campo al plato», se garantiza la frescura, estacionalidad y experiencia al consumidor; que los tamaños vayan de acuerdo con la temporada o la comodidad (que proporcione ergonomía y sostenibilidad en su composición) resulta vital. Así, los embalajes alimentarios de frutas o verduras tendrán mayor impacto tanto en la disposición como en el consumo.
Empresas de soluciones de embalajes
Las compañías con responsabilidad social y conscientes de la problemática del cambio climático han aprovechado las nuevas exigencias para realizar propuestas innovadoras en un contexto donde la información con la que cuenta el consumidor es determinante para decantarse por un producto u otro.
Los embalajes se han ajustado a las formas de sus contenidos, con lo que se aumenta el valor del producto, ya no solo desde la perspectiva económica, sino desde la ecológica. Mediante el uso de cinta transparente para no obstaculizar la imagen del producto y para que muestren más específicamente las condiciones del producto, o una faja personalizada con un mensaje alusivo a las preferencias del consumidor o a la información de la composición del empaque, es posible tener resultados más satisfactorios en la relación compra-venta.
La producción de embalaje invisible ha contribuido de manera importante a la industria alimentaria en la medida en que trabaja de la mano con ella para mitigar el impacto ambiental con materiales renovables y diseños innovadores que fusionan la protección del producto con la transparencia del contenido.
Los fabricantes, en suma, cuando consideran que, más allá de vender sus mercancías, contribuyen al cuidado del planeta, forman parte de un círculo muy necesario en este contexto dónde la tecnología, la innovación y los consumidores han revolucionado las maneras en que se realiza el intercambio comercial.
Por último, es importante añadir que mientras más y mejores propuestas se realicen en favor del cuidado medioambiental y de la manera de consumir en una sociedad hiper conectada y sumamente industrializada, más vida proporcionaremos no solo al planeta, sino a las futuras generaciones que vivirán en él. Con el consumo razonado y con los productos y materiales adecuados, como por ejemplo el uso de embalaje transparente y responsable para conocer mejor las condiciones de los productos que se contienen en estos, alcanzar estas metas no resulta una vana esperanza.