El empaquetado va mucho más allá de un resultado bonito o que entre por los ojos. Tiene que ser duradero, seguro y ha de transportar adecuadamente la mercancía frágil hasta el punto final de la cadena logística. La eficiencia es una de las características fundamentales que deben garantizar el empaque y embalaje. Además de la seguridad, la marca corporativa y el diseño perfecto.
¿Qué es y para qué sirve el empaquetado de productos?
El empaquetado de productos es la presentación comercial de la mercancía. Pero también, es fundamental para evitar que la mercancía se dañe o manipule. Sobre todo si se trata de alimentos, la mercancía no ha de entrar en contacto con el exterior, ya que pueden producirse daños. Por ello, la seguridad es el elemento más importante y definitorio que se busca con el empaque, aunque esté también muy orientado al marketing.
El empaquetado de productos debe servir para vender el contenido. Puede generar tanto distinción y buena imagen sobre productos de la competencia como un deterioro de la marca. Por eso, es importante cuidarlo. Se trata de uno de los protagonistas principales de la cadena logística, ya que está presente durante todo el procedimiento.
En cuanto a su utilidad, se podría decir que los empaquetados se adaptan a los productos para mantenerlos seguros durante todo el proceso logístico. Por ello, se eligen el mejor material, etiquetado y montaje. En definitiva, además de cumplir una función de marketing, el empaquetado es una protección final con la que cuenta la mercancía dentro del transporte y es especialmente efectiva cuando se llevan a cabo transportes de grandes volúmenes.
Tipos de empaquetado
Los envases exteriores de una mercancía estarán compuestos de unos u otros materiales, dependiendo de las características de esta. Entre los tipos de empaquetados en la logística, se pueden distinguir cuatro fundamentales:
El empaquetado simple
Son los paquetes que se utilizan para envasar un solo tipo de producto a transportar. Suelen utilizarse para embalar materiales un poco más sensibles que deban estar aislados individualmente. El empacado simple es muy usado por las empresas pequeñas que no tienen un gran volumen de negocio. El material se adapta muy bien a las características del producto porque se utiliza de uno en uno.
Los lotes o el picking
Estos empaquetados, en cierto modo, también son individuales, solo que en este caso se distribuyen mediante conjuntos. Es decir, se reúne toda la mercancía que pertenezca a un mismo código. Suelen utilizarlo también las pequeñas o medianas empresas. Se empaquetan pequeños volúmenes de mercancías, pero se agrupan para minimizar los posibles errores o por ahorrar costes.
La selección por zona
La selección por zonas se utiliza en los almacenes en los que cada trabajador reparte en una zona específica. A los empleados se les dan empaquetados todos los productos, aunque sean de características distintas, que van a una ubicación geográfica similar. Es frecuente en empresas con un mayor volumen de negocio que tienen que repartir muchos paquetes a diario. Eso sí, cada producto que esté dentro de los distintos empaquetados irá con el embalaje que necesite para mantener su calidad hasta el momento de la entrega.
El empaquetado por olas
En lugar de tenerse en cuenta la ubicación geográfica, en este caso se tienen en consideración los plazos de envío. Se empaquetan los productos que sean similares o estén en un rango parecido y se hace el comúnmente denominado como picking de olas. En este tipo de empaques no importa la ubicación geográfica.
¿Por qué es importante el tipo de empaquetado que se utiliza?
El tipo de empaquetado que se utilice tiene una gran relevancia en toda la cadena logística. En primer lugar, porque es uno de los mecanismos más eficaces de fidelización del cliente. Es un marketing estratégico, pues un mal packaging puede generar grandes pérdidas de dinero y, al contrario, uno adecuado puede hacer resaltar el producto sobre otros similares. Los empaquetados crean recuerdos de marca, por lo que las empresas deben tomárselos muy en serio.
Los empaquetados de productos generan un impacto y atraen consumidores que se sentirán identificados con la marca. Esto puede llevar a que posteriormente se diversifique el producto. A su vez, el estado en el que llega la mercancía también influye sobre la actitud posterior de los clientes con la empresa, por lo que los productos que se transportan deben adaptarse adecuadamente. Los productos más sensibles son los de alimentación. Por ejemplo, el envasado de carne debe hacerse con el embalaje adecuado para mantenerla fresca, mientras que el embalaje para productos farmacéuticos debe conservarlos correctamente y no alterar sus características.
Recomendaciones para un empaquetado de productos efectivo
La primera recomendación es que, antes de empaquetar el producto, hay que ponerse en el lugar del consumidor y tener en cuenta cómo va a usarlo. A continuación, el tipo de material que se utilice debe ser acorde al tiempo de vida útil de lo que se vaya a transportar, para optimizar su conservación. Por ejemplo, si es un alimento, hay que tener en cuenta que no se rompa la cadena de frío. De este modo, no deben dejarse de lado las condiciones que presente el producto: si está caliente, frío o a temperatura ambiente.
Se debe conocer cómo se va a transportar la mercancía antes de elegir el tipo de empaquetado, pues no es lo mismo que la mercancía deba ir fría a que tenga que transportarse apilada o en cajas. A su vez, se tendrá en cuenta si el producto necesita cocción o esterilización. Todas estas recomendaciones pueden ser de ayuda antes de elegir el empaque y embalaje adecuados para el envío, ya que el cliente va a tener en cuenta cada mínimo detalle a su llegada.
A modo de conclusión, el empaquetado es uno de los procedimientos más importantes de la cadena logística. A él va unida la seguridad de la mercancía, y también la fidelización del cliente, que se produce gracias a la calidad con la que llegue el producto y al propio embalaje. El cliente se fijará en cómo está realizado y nuestra marca le dejará un recuerdo. Por todo esto, cuidar el empaquetado es fundamental para crear un proceso logístico eficiente y, en un futuro, poder diversificar más la mercancía con la que trabaja la empresa.
Descarga tu e-Book de forma gratuita “5 SIGNOS PARA IDENTIFICAR QUE TU EMBALAJE NECESITA UN CAMBIO” y comprueba si estás haciendo lo correcto en el mercado.