Muchos sectores incorporan el plástico retráctil en sus actividades de embalaje, por la versatilidad de este material y sus múltiples aplicaciones. Sin embargo, hay muchos aspectos que se desconocen sobre sus características, su proceso de reciclado o los tipos de películas principales que se utilizan en la envoltura retráctil.
Qué es el plástico retráctil
El plástico retráctil es un material polimérico versátil que se utiliza para el embalaje de productos terminados. Se aplica calor a la película mediante una máquina de retractilar, que cataliza la lámina para que se contraiga firmemente alrededor del artículo colocado en el interior. Este proceso da como resultado una barrera de protección duradera alrededor del producto.
Entonces, ¿cómo sucede exactamente esto? La ciencia del retractilado se puede explicar en términos de comportamiento molecular. Cuando se calienta la película, las regiones sin estructura de las cadenas se enderezan y alinean en la dirección de orientación. De manera más simple, las moléculas se reorientan desde su patrón aleatorio inicial para, finalmente, adaptarse al molde de su contenido.
Cuando se enfría adecuadamente, las características moleculares de la película se establecen, por lo que permanece en este estado estirado hasta que se aplica suficiente energía térmica para que las cadenas de moléculas se contraigan a su forma original.
Para qué sirve
Para proteger y asegurar los productos en todo tipo de entornos de fabricación, almacenaje y distribución. Su versatilidad lo convierte en el formato de embalaje preferido por muchas industrias actuales.
Según el tipo de producto, se elige un tipo de película específica. Por ejemplo, es posible encontrar plástico retráctil para botellas, aunque la función viene a ser la misma.
Características
Una de las características más apreciadas de este material es su versatilidad de encogimiento. La película retráctil está disponible en una variedad de tipos, espesores, transparencias, resistencias y proporciones de contracción, que se pueden emplear solas o en conjunto, para crear el tipo preciso de estratificación y protección para un producto.
Estas opciones y construcciones se han ampliado con el tiempo, para adaptarse a requisitos específicos de sellabilidad, óptica, tenacidad, deslizamiento, temperatura, fuerza y memoria, propiedades que se valoran al elegir el tipo de plástico retráctil.
Máquinas que se utilizan
Se usan dos métodos principales para llevar a cabo el retractilado:
- La retractiladora tipo pistola de aire caliente: es la opción preferente para el embalaje de palés y artículos de grandes dimensiones. Se envuelven los bultos con la película retráctil, sin que quede ningún espacio al aire, y se va aplicando calor mediante la pistola hasta que el plástico se haya ajustado a la mercancía.
- Retractilado con máquina: ideal para objetos pequeños o de tamaño medio. Una vez se instala la bobina, se ha de adaptar el sistema al volumen del objeto para embalar y ajustar este a la esquina de la zona para retractilar; la máquina se ocupa del resto.
Reciclaje
No cabe duda de que tanto el consumidor como las empresas están cada vez más concienciados sobre la sostenibilidad medioambiental. Pues bien, el plástico retráctil es fácilmente reciclable a partir de procesos relativamente baratos. Después de comprimirse, cortarse y triturarse, se lava con agua y se puede volver a fundir para rellenar. Así se producen todo tipo de artículos.
Tipos de plásticos retráctiles
Existen tres tipos principales de películas que se utilizan en la envoltura retráctil: cloruro de polivinilo, poliolefina y polietileno. Cada uno de estos materiales presenta diferentes capacidades y características que lo hacen adecuado para aplicaciones específicas. Además, cada uno puede extruirse en películas multicapa con diferentes aditivos, para crear distintas barreras que promuevan la vida útil o una apariencia particular. Las películas retráctiles se pueden formar en rollos, bolsas, envoltorios, bandas y tubos aplanados, y pueden agregar una forma de protección a prueba de manipulaciones a los productos empaquetados.
Película de cloruro de polivinilo (PVC)
Dada su naturaleza liviana, su bajo coste y sus capacidades multipropósito, el PVC fue una vez el material de embalaje retráctil más utilizado en el mundo. En su forma rígida, el PVC es duradero y se utiliza en aplicaciones como proyectos de construcción y artículos para el hogar. En términos de empaque, el PVC se aplica tanto a construcciones rígidas (empaques tipo blíster y concha) como flexibles.
Película retráctil de poliolefina (POF)
La película retráctil de poliolefina es extremadamente duradera y versátil, lo que la convierte en una opción de alta gama. Ha reemplazado al PVC en muchas aplicaciones y es un material apto para alimentos aprobado por la Administración de Medicamentos y Alimentos de los EE. UU. (FDA). Los materiales POF están disponibles con diferentes características.
La película reticulada también evita la acumulación en los componentes de sellado de la maquinaria. Debido a la resistencia adicional de la POF, se pueden crear rollos de película más largos con calibres más delgados. Esto reduce el cambio de rollo y aumenta tanto la eficiencia como la productividad. La película retráctil POF tiene una excelente resistencia a la perforación y al sellado, lo que ayuda a proteger los artículos de forma irregular a lo largo del ciclo de vida de la cadena de suministro.
Película de embalaje de polietileno
El polietileno (PE) se utiliza en varias formas de embalaje protector flexible, incluida la película retráctil y la película estirable, con un rendimiento muy diferente para cada modalidad. Las tres formas más comunes de película de embalaje de polietileno incluyen polietileno de alta densidad, baja densidad y lineal de baja densidad.
¿Qué debemos de tener en cuenta para elegir el tipo de plástico retráctil?
- Algunas de las consideraciones básicas previas a la selección del tipo de plástico retráctil son:
- Qué tipo de producto se está empaquetando.
- El peso, la forma y las dimensiones del producto.
- Los objetivos de color y etiquetado.
- Cómo se empaquetará el producto en la película flexible (manualmente o mediante máquina, y qué tipo de máquina).
- El recorrido del producto desde la creación hasta el envío.
- Si será manipulado con frecuencia.
- Los tipos de climas.
En definitiva, el plástico retráctil supone una magnífica opción de embalaje que se distingue de otras alternativas, no solo por su bajo coste o la versatilidad del proceso de aplicación, sino también por la alta reciclabilidad de las películas que se usan en este ámbito.