Entendemos por materiales de embalaje todos aquellos que son necesarios para acondicionar la carga y los productos, de manera que podamos manipularlos, transportarlos y almacenarlos correctamente, preservando su calidad sin que sufran daño. Desde el momento en que la carga sale de la fábrica hasta el punto en que es finalmente consumida por el cliente final, pasa por diferentes etapas de transporte y logística y, por tanto, corre el riesgo de deteriorarse.
Durante todo este recorrido, el embalaje o packaging cumple con varias funciones que solucionan este tipo de problemas. En primer lugar, la que ya mencionamos: proteger la carga de riesgos. El packaging también cumple con una función publicitaria, es decir, a través de él podemos comunicar la presencia de nuestra marca, enriqueciendo así el valor percibido de nuestro producto. Otra importante tarea que puede cumplir es la de informar sobre las características, composición o ciertos aspectos legales de los productos.
¿Cómo se clasifican los consumibles para embalar?
Para responder a esta cuestión, antes hay que explicar que el embalaje se clasifica en primario, secundario y terciario, dependiendo del nivel de contacto que tenga con el producto. El embalaje primario es el que se encuentra en contacto directo. En muchas ocasiones constituye el envase del producto, muy común en el caso de un alimento o cosmético, o en el de productos líquidos, entre otros. Generalmente, aporta un valor añadido si se trata de un envase que puede ser reutilizado por el cliente final.
En segundo lugar, tenemos el embalaje secundario, que contiene uno o varios envases. Puede tratarse, por ejemplo, de una caja de cartón que contenga varias unidades de un producto. Y por último, el embalaje terciario, que es el que almacena varios secundarios en su interior. Se trata del embalaje que se utiliza para transportar cargamentos en distancias largas.
Distintos tipos de materiales de embalaje
Los diferentes materiales de embalaje que nos ofrece actualmente el mercado son muy variados. Decidirnos por un tipo de embalaje u otro requiere de dos factores. El primero es conocer en profundidad las características y necesidades del producto. Y el segundo es conocer las características y los costes de cada tipo de embalaje. Con esta información, podremos elegir el packaging y el empaquetado correcto.
Fajas
¿Quieres embalar, agrupar y asegurar todo tipo de artículos de forma rápida, sencilla y sin daños en el embalaje? Entonces la faja es el consumible que estabas buscando. El resultado de su uso es un producto más atractivo, ya que se puede personalizar con toda la información que se desee: desde los valores nutricionales hasta una promoción o el logo de la marca.
Acondicionadores interiores y cantoneras de cartón
Se trata de piezas destinadas a sujetar y proteger los productos en el interior del embalaje primario. Estos protectores pueden ser cantoneras de cartón o de espuma, que aportarán mayor seguridad contra los impactos y el apilamiento. Existen varios formatos, desde cantoneras diseñadas exclusivamente para la forma del producto hasta con formas genéricas que sirven para diversos tipos de mercancías.
Otro tipo de cantoneras de cartón se utiliza como esquinera y se usa para darle mayor estabilidad a las cargas, mientras protege las aristas y esquinas de la mercancía durante el proceso de flejado. Es utilizada por diversos sectores.
Flejes
El fleje constituye uno de los consumibles esenciales a la hora de embalar y asegurar cargas. Se utiliza para acordonar y sujetar la mercancía. Dependiendo del tipo de producto, puede variar el material del fleje. En el mercado encontramos flejes de metal, de poliéster o flejes PET. Es una de las maneras más económicas de asegurar una carga, agrupando los productos entre sí o fijando la carga al palé. Hay que tener en cuenta que el flejado debe realizarse con una máquina flejadora, ya sea manual, semiautomática o automática.
Film
El film se utiliza especialmente en los procesos de paletización de la mercancía. En este caso, al igual que en el de los flejes, lo más recomendable es utilizar una máquina envolvedora, encapuchadora o un horno de retracción. Envolver de manera manual la mercancía con film transparente no es recomendable, ya que de esa manera no se puede aplicar la tensión adecuada al film para sujetar más firmemente la carga.
Una máquina envolvedora realizará el trabajo rápidamente. Como resultado tendremos una carga firme, perfectamente envuelta y fijada al palé si es el caso. Además, la envolvedora utilizará la cantidad adecuada de film estirable, lo que supone una optimización del material.
Cajas de cartón, plástico, madera o metal
Una forma muy segura de transportar y almacenar la mercancía es mediante el uso de contenedores y cajas. Pueden ser de diversos tamaños y formas. Es posible conseguir en el mercado cajas de cartón de diferentes grosores, cajas de plástico, contenedores de madera o de metal. Como siempre, la elección de uno u otro de estos materiales de embalaje dependerá de las características de los productos y de la rentabilidad que aporten a la empresa.
Los consumibles para maquinarias de embalaje de Deal II
En nuestra empresa ofrecemos materiales de embalaje muy variados, para proteger la mercancía y darles un valor añadido a los productos. Siempre recomendamos contar con maquinaria destinada a las funciones de packaging, ya que existen muchas ventajas que pueden agilizar el proceso y a la vez ahorrar costes.
La utilización de este tipo de maquinaria es una apuesta segura. Las máquinas de embalaje son rápidas y muy fiables, y pueden asegurar la carga de manera eficiente en pocos minutos. Consumen la cantidad justa de materiales de embalaje, por lo que optimizan los recursos. Además, requieren de poca intervención humana para cumplir con su función, siendo algunas de ellas totalmente automatizadas, lo que les permite formar parte de la misma línea de producción.
En Deal II contamos con todos los consumibles necesarios para máquinas de embalaje a los precios más económicos del mercado. Nos aseguramos de ofrecer materiales de primera calidad, que cumplen con las normativas vigentes de la UE. Innovamos ofreciendo opciones ecológicas y sostenibles para suplir las necesidades de embalaje y otorgarles a los productos ese valor añadido que aporta la etiqueta verde.
Fajas de diversos materiales, flejes PET, film estirable, cintas adhesivas, bolsas, materiales de relleno, cantoneras de cartón y embalajes de papel y de cartón son solo algunos de los consumibles que forman parte de nuestro catálogo. Estamos preparados para atender las necesidades de sectores tan diversos como el alimentario, farmacia y medicina, artes gráficas, lavandería, logística, e-commerce, movimiento de valores o industrias.
Ofrecemos entregas en 24-48 horas, para que el cliente no vea detenida nunca su línea de producción. Además, trabajamos codo a codo con el cliente para ayudarle a diseñar de manera personalizada la solución de embalaje que necesite.
¿Cómo elegir el embalaje adecuado?
A la hora de optar por un tipo de packaging, hay que pensar siempre en las características del producto. Para ello, debemos realizarnos una serie de preguntas sobre él mismo, como su material, forma, peso y tamaño. ¿Se trata de un producto frágil o resistente? ¿Es ligero o muy pesado? ¿Tiene una forma estándar o se trata de una forma específica? ¿Bajo qué condiciones podría apilarse en un almacén? Conociendo a fondo las necesidades de cada producto podremos identificar cuáles son las características que debe tener el empaquetado.
Una vez que hemos definido esto, pasaremos a investigar qué opciones nos ofrece el mercado que puedan cubrir nuestras necesidades. Lo primero es definir qué materiales de embalaje serán adecuados para nuestro producto. También debemos tener en cuenta los costes de los materiales elegidos y compararlos con otros tipos de embalaje que cumplan las mismas funciones a precios más accesibles. La elección de un tipo de embalaje u otro siempre debe ser rentable para la empresa, y debe aportar un valor añadido al cliente final.
El e-commerce y el embalaje
Cuando nos sumergimos en el mundo del comercio electrónico, parece que las sensaciones físicas pasan a un segundo plano. Sin embargo, Si vendemos productos físicos, debemos tener en cuenta que disponemos de una sola oportunidad de impactar de manera positiva la experiencia de nuestros clientes. Uno de los puntos clave de esta estrategia es el embalaje.
Recordemos que, más allá de vender productos, estamos vendiendo experiencias. Por tanto, cuanto mejor sea esa experiencia para nuestros compradores, más posibilidades tendremos de fidelizar esos clientes y convertirlos en promotores de nuestra marca, recomendando nuestros productos a través del boca a boca. Por estas razones debemos cuidar mucho los materiales de embalaje, ya que es lo primero que el cliente verá de nuestro producto cuando finalmente lo tenga en sus manos.
El auge del comercio electrónico ha cambiado mucho las reglas del juego. Ahora, los clientes pueden acudir a Internet para buscar referencias o recomendaciones de productos. Estas referencias pueden provenir de otros clientes que ya los adquirieron, pero principalmente de los llamados influencers. Estas personas producen un impacto en la conducta de las masas, y contar con una recomendación por parte de uno de ellos puede ser fundamental para nuestra marca.
Muchos de estos influencers realizan el unboxing de productos y comparten ese contenido en formato de vídeos en sus redes. Al hacerlo, otros usuarios pueden ver todo el procedimiento, y decidir así si quieren o no adquirir esos productos. Es aquí donde el packaging juega un papel fundamental en el comercio electrónico, y es una de las razones más importantes por las cuales debemos cuidar cada detalle de este aspecto. Así, si, por ejemplo, utilizas plástico en tu embalaje, puedes plantearse su uso y comenzar a utilizar fajas personalizables. Esta acción será bien vista por parte de los consumidores, potenciando posiblemente las ventas de tu negocio.
Por todo esto, nuestra recomendación es cuidar la elección de los materiales de embalaje desde el primer momento, eligiendo no solo en base a nuestra rentabilidad sino, además, teniendo en cuenta las características del producto y el valor añadido que pueden tener estos empaques para los usuarios.