Ahorrar costes y mejorar la productividad en el sector logístico son dos máximas que debemos tener siempre presentes, ya que resultan claves para aumentar el rendimiento de nuestra empresa. Para conseguir estos objetivos tenemos al alcance algunos recursos, como el uso de maquinaria y otras soluciones de embalaje, así como la puesta en marcha de líneas de producción automatizadas.
Incrementar las ganancias pasa por optimizar todos los procesos y, para ello, hemos de valernos de las herramientas que nos ayuden a agilizar el trabajo en la cadena de suministro. ¿Nunca has pensado que asumir una mayor carga en un período de tiempo menor puede significar una considerable expansión de tu cuenta de resultados? Cuanto menos tardemos en realizar tareas repetitivas, más podremos dedicarnos al desarrollo de otras labores más importantes.
La automatización industrial y sus ventajas
En efecto, la automatización industrial nos permite efectuar un uso más eficiente de nuestros recursos humanos. La productividad laboral aumenta y el margen de error se reduce, ya que la intervención de los operarios en los diferentes procesos es prácticamente inexistente. La implantación de los novedosos sistemas que tenemos a nuestra disposición en la actualidad resulta, incluso, imprescindible para mantener el nivel de competitividad y garantizar la viabilidad de nuestro negocio en el futuro.
La monitorización y el control de tareas a través de la tecnología de última generación nos deja también otras ventajas. De este modo, la calidad en la producción es mayor; introducir nuevos productos, sistemas o variaciones es instantáneo; detectar anomalías es rápido y sencillo; y controlar los picos de producción continuada es fácil gracias a la repetición constante de tareas.
La producción pasa a ser más flexible y escalable, lo que nos permitirá ajustarnos mejor a las exigencias puntuales que nos imponga el mercado. Al vigilar de forma minuciosa todas las fases del proceso productivo, conseguimos un uso eficiente de la energía y la materia prima. Asimismo, el trabajo de nuestros empleados es más cómodo y seguro, ya que se evita asumir riesgos laborales innecesarios. Y las tareas de mantenimiento también se agilizan, puesto que se trabaja de manera remota.
Soluciones de embalaje para mejorar la productividad
No solamente debemos focalizar nuestra atención en optimizar la producción, sino que para mejorar la productividad también hemos de volcarnos en automatizar y homogeneizar las tareas relacionadas con el embalaje. Las alternativas más inteligentes para el empaquetado de nuestros productos pasan por utilizar maquinaria como la formadora de cajas, la paletizadora, la precintadora, la envolvedora, la flejadora, la retractiladora o la fajadora.
Así, por ejemplo, con una precintadora conseguimos cerrar de forma correcta los productos que van saliendo de las líneas de trabajo de manera automática y a una mayor velocidad. Dependiendo de las dimensiones de los paquetes y de sus características, podremos alcanzar un ratio de hasta 150 embalajes por hora.
Una retractiladora, asimismo, nos permitirá empaquetar o envolver mercancía con film termoplástico, sobre todo si trabajamos con series cortas o esporádicas. Son ideales para el empaquetado de muestras o para producciones pequeñas y se usan principalmente en el sector farmacéutico o de la alimentación.
Con una flejadora conseguimos compactar paquetes a los palés para su transporte, así como fijarlos de manera vertical u horizontal. Se usa para asegurar la carga y unir piezas individuales de menor a mayor tamaño, así como también para el sellado de las cajas.
Beneficios de la maquinaria de embalaje
Gracias a la maquinaria de embalaje no solamente conseguirás mejorar la productividad ahorrando tiempo y dinero, sino que también aumentarás la seguridad en el entorno laboral de tu almacén o centro logístico. Un envío exitoso requiere de un buen envoltorio, de ahí la importancia de apostar por este tipo de soluciones.
Gracias a ellas logramos que la mercancía esté a salvo de golpes (sobre todo en transportes de larga distancia), del polvo o de la humedad del ambiente. También de la exposición al sol y de otros contratiempos que pueda sufrir la carga durante su traslado.
Con las máquinas automáticas y semiautomáticas reducimos costes en el material de embalaje, puesto que la eficiencia es mayor y no se cometen errores propios de la mano del hombre en los procesos. Al recortar el tiempo en la realización de estas tareas, también conseguimos que las entregas sean más rápidas.
El control del inventario, de este modo, se hace más sencillo debido a que todo está monitorizado. Así evitamos que se mezclen diferentes mercancías o que se produzcan extravíos, con el consiguiente retardo que eso supondría debido a que nos obligaría a llevar a cabo recuentos.
Otras cuestiones importantes para aumentar la productividad laboral
Los avances tecnológicos han propiciado que, en la actualidad, puedas encontrar una máquina de embalaje específica para cada necesidad particular. No importa si trabajas en un pequeño almacén con paquetería de tamaño reducido o en un centro logístico situado en una gran nave industrial donde se realizan miles de envíos diarios. Gracias a ello tienes la posibilidad de explotar al máximo tus recursos.
Aunque el objetivo sea el de reducir costes, no significa que tengamos que escatimar en la calidad del embalaje. Lo contrario sería contraproducente y, a la larga, se traduciría en pérdidas y un gasto mayor, pues tendríamos que afrontar reclamaciones, devoluciones y quejas de los clientes.
Siempre que sea factible, hemos de apostar por el embalaje al por mayor, ya que cuanto mayores son las producciones, más elevado es el rendimiento obtenido. También debemos reducir el peso y el tamaño en la medida de lo posible, ya que así ganamos espacio en el almacenaje y el transporte y facilitamos las entregas.
Homogeneizar los tipos de embalaje nos hará también reducir costes y, por tanto, aumentar la rentabilidad de nuestra compañía. Hemos de usar siempre los mismos o similares formatos, lo cual nos evitará numerosos quebraderos de cabeza en los procesos de envío y almacenamiento.
La reparación preventiva de la maquinaria y el correcto etiquetado de la paquetería son, igualmente, otras medidas para mejorar la productividad. En definitiva, si queremos ganar más invirtiendo menos, conviene que utilicemos todas las soluciones de embalaje y las herramientas tecnológicas que tengamos a nuestro alcance.