El consumidor, afortunadamente, tiene cada vez más información sobre lo que consume o compra. Cada vez más valora los cambios que se producen en diferentes sectores, como en el del envasado. El packaging para carne se ha ido adaptando enormemente a los cambios de vida de la población: funcionalidad de compra, estética o la calidad del material.
Las nuevas tendencias de consumo: los cambios en el packaging de carne
Desafíos diarios, más en un contexto inflacionista como el que se vive en todo el mundo provocado por la falta de materiales y recursos. El sector cárnico, como la mayoría de sectores económicos, está adaptándose a las nuevas necesidades o exigencias del mercado. Novedades en los hábitos de consumo como el packaging de comida para llevar, el embalaje ecológico o nuevas soluciones para el envasado de carne. Son solo algunos ejemplos de las nuevas preferencias y hábitos que se van extendiendo entre la población.
Se vive en una sociedad en la que el tiempo se valora enormemente: se tiene menos tiempo para cocinar, gusta probar cosas nuevas y se pasa mucho tiempo fuera de casa, por lo que en estos tres casos, la visita a la tienda más cercana que prepara la comida para llevar o el comer con familia, amigos o compañeros de trabajo está a la orden del día.
Por si fuera poco, existen tendencias que benefician al medioambiente y a la salud de las personas. Entre ellas, el llevar una vida saludable (prescindiendo de los alimentos que más contaminan para ser generados y que menos aporte nutricional tienen), el reciclaje del envasado (apostando por materiales reciclables y con el menor impacto a nuestro entorno) y, por otro lado, la reducción del desperdicio de alimentos dentro de un contexto en el que se incrementa la sensibilidad con el hambre en el mundo.
Soluciones en el envasado de carne que se adaptan a los cambios
Todos los cambios en la forma de consumir se traducen en diferentes soluciones, relativas a los envases, que buscan potenciar la comodidad y adaptarse al consumo actual.
Envases que hacen fácil la compra
En primer lugar, cabe destacar que se asiste, en los últimos años, a un auténtico boom de la comida para llevar. Con productos envasados y secciones para cocinar en los hipermercados, lo que se busca, y no solo en las grandes cadenas, sino también en los pequeños establecimientos de hostelería, es que existan envases que hagan fácil el traslado de la comida.
Por ejemplo, una de las soluciones es la fabricación de almohadillas de absorción que se encuentran incorporadas en el propio envase. También otras como el diseño de bandeja que llegue a recoger los exudados que se quedan en el fondo.
Asimismo, los sistemas skin logran una gran visibilidad del producto, además de una apreciación de las características del mismo.
Importancia del envase en el comercio electrónico
Con la compra de cada vez más productos en Internet, entre ellos la comida, se potencia también el envase para que este no sufra problemas durante el traslado. La inmediatez en este sector se premia, de ahí que las empresas estén invirtiendo en soluciones que logren conservar los alimentos calientes y la integridad del producto.
Asimismo, se quiere cada vez más, al estar el cliente final en su casa, que el propio packaging sea toda una experiencia. Es el momento de abrir la comida, de probarla, por lo que se aprovecha para difundir la imagen de marca y difundir mensajes o datos de contacto.
El auge del fajado
En los últimos tiempos estamos viendo un aumento significativo de bandas en los envases. Con ellas se logra un empaquetado muy atractivo que llama la atención de los consumidores. Su superficie es totalmente imprimible y son adaptables a cualquier tipo de carne. Además, es una solución sencilla y fácil de desembalar.
Destacan también por su sostenibilidad. Las fajas están fabricadas en su mayoría con papel ecológico, pero incluso cuando son de film son 100% reciclables. Permiten también reducir grandes cantidades de plástico al fajar las mercancías para su transporte. Gracias a su fácil desembalaje, atractivo y sostenibilidad es una solución muy valorada por los consumidores.
Facilidad de consumo y preparación
Se busca facilidad a la hora de abrir el envase, pero sobre todo a la hora consumir el alimento. Hay un problema frecuente en algunos productos, como los fiambres o las lonchas, que se quedan pegadas al plástico. En los últimos meses, las empresas de distribución han extendido el uso de interleavers, que son láminas de papel o plástico que quedan intercaladas en cada loncha para que la separación sea cómoda.
Envases listos para ser horneados
Para una máxima comodidad del consumidor, la tendencia es que el producto sea preparado en el propio envase, que se meta al horno o al microondas sin grandes esfuerzos. Para ello se potencia el uso de comportamientos, que consiguen separar la carne de salsas o condimentos. Así, la carne envasada se puede considerar como un plato preparado más. La cocción, o preparación, se hará en su propio juego, mientras que los elementos en los que se cocine no se ensuciarán.
Re-cerrado
A los consumidores les encanta la optimización del espacio y los envases pequeños. Por lo tanto, han surgido las soluciones de re-cerrado, las cuales logran que el producto pueda ir en espacios más reducidos e incluso porciones individuales.
Para un mayor consumo y preparación, el principal aspecto es la facilidad de apertura. Es más, para los productos que se consumen en un mismo envase y se abren más de una vez a lo largo de varias horas o días, este sistema es ideal, puesto que logra la conversación en mejores condiciones y reduce, así, el desperdicio de alimentos.
Reducción de desperdicio de alimentos
Actualmente, existen sistemas que logran reducir el desperdicio de todo tipo de alimentos. Entre ellos, sistemas inteligentes que informan si el producto se encuentra en condiciones óptimas para el consumo, o realizando envasados con poros en las zonas de sellado. Incluso existe la posibilidad de contar con una faja que proteja el alimento del exterior.
Facilidad de reciclaje
Unificar los materiales para facilitar que los consumidores reciclen. Las organizaciones han potenciado compuestos para que se puedan reciclar, en los contenedores que están en la vía pública, todos los envases adquiridos. El beneficio es doble: las compañías optimizan sus recursos a la hora de fabricar, potenciando la reducción de energía y mejorando su huella de carbono y, por otro lado, los ciudadanos impulsan la ecología con su reciclaje.
Como se ha podido comprobar, el packaging para carne ha avanzado muchísimo, aunque todavía le queda un largo camino y margen de mejora. Los consumidores demandan nuevas soluciones que les ahorren tiempo y dinero.