Después de meses de elaboración, puesta a punto y marketing, toca afrontar el proceso de expedición del producto. Pero, para hacérselo llegar a los clientes, debe estar embalado correctamente; en especial, si es mercancía frágil. Ya sea que se envíe por carretera o por mar, es probable que el paquete sea manipulado en varias ocasiones y, para que el contenido conserve sus características inalteradas, debe tener un embalaje adecuado.
Actualmente, existen muchas opciones para proteger las mercancías en los envíos. De hecho, el sector ha resultado redefinido en las últimas décadas con la incorporación de nuevos materiales y técnicas, y con la entrada en escena de nuevas prácticas y restricciones en pos de la sostenibilidad. De forma alineada con muchos Gobiernos e instituciones, el consumidor demanda un embalaje ecológico en todas sus adquisiciones, que sea más sostenible desde el punto de vista medioambiental. Esta es, sin duda, una realidad que sigue influyendo en la historia del packaging.
Hay ciertos aspectos principales que determinan el nivel de seguridad en los envíos y que los productos lleguen en adecuado estado.
Elegir la caja correcta
Se trata de uno de los pasos más importantes para asegurarse de que las mercancías estén protegidas durante el tránsito y se entreguen de forma segura. Hay tres aspectos básicos que considerar.
Tamaño de caja
Si una caja es demasiado pequeña, ejercerá una presión innecesaria sobre el cartón. Si el artículo en el interior se aprieta y los lados empujan contra el material de la caja, existe un mayor riesgo de que esta se parta durante el transporte. Se recomienda elegir una caja que permita los 7 cm recomendados de acolchado interno. Se debe apuntar a un ajuste ceñido, no forzado, y los lados del artículo no deben tocar las paredes de la caja.
Si la caja es demasiado grande, necesitará más amortiguación. Si hay demasiado espacio alrededor del artículo es posible que, mientras está en tránsito, el movimiento pueda dañar el producto. Además, enviar una caja grande también costará más.
Resistencia de la caja
Para enviar algo pesado se necesita una caja más fuerte. Se pueden comprar cajas de cartón ondulado de pared simple, doble o triple. A diferencia del cartón normal, el cartón ondulado se compone de tres capas de papel que incluyen un forro interior, un forro exterior y una estría con forma de volantes que se extiende entre los dos.
Otros elementos
Al margen de la caja, se comercializan otros elementos que pueden ayudar a reforzarla o a mostrar los elementos corporativos, como es el caso de la faja. Por su parte, los flejes ayudan a dotar de mayor resistencia al paquete. Con respecto al cierre de la caja, se puede recurrir al precinto para evitar que esta se descomponga.
Cuando se trata de envíos de palés, se puede reforzar todo el conjunto con plástico retráctil o con ayuda de una envolvedora.
Materiales de relleno
La amortiguación interna resulta vital para evitar el movimiento dentro de la caja y proteger los artículos contra daños e impactos mientras se mueven por el mundo. Algunos de los más conocidos son:
- Plástico de burbujas.
- Espuma de polietileno expandido o poliexpán.
- Film.
- Bolsas de aire.
- Papel kraft.
- Virutas de papel.
Plástico de burbujas
El plástico de burbujas es uno de los materiales de embalaje más fiables. Lamentablemente, si está fabricado con materiales plásticos que no son biodegradables, no es bueno para la naturaleza, aunque se están desarrollando nuevas versiones ecológicas de este componente.
Espuma de polietileno
La espuma de polietileno es un material duradero y liviano que resulta muy útil para el empaque, porque amortigua las vibraciones. Si se ha empacado un jarrón frágil y pasa horas en la parte trasera de un camión que se dirige hacia la costa, las vibraciones constantes del transporte podrían debilitar la porcelana o el vidrio. Por lo tanto, envolver el artículo en espuma, asegurarse de que ninguna parte esté expuesta, y luego asegurarlo con cinta, ayudará en gran medida a protegerlo.
En otro orden, con respecto al reciclaje del poliexpan, se trata de un material 100 % reutilizable, que se usa para producir componentes de este mismo material o como materia prima en la fabricación de otros productos.
Virutas de papel
El relleno más “alternativo” para un paquete son las virutas de papel reciclado. El papel es completamente compostable y reciclable, pero una desventaja de usar papel es que, a veces, puede ser desordenado y un poco caro. Eso sí, ofrece un matiz clásico al packaging que conecta con los amantes de lo hecho a mano y lo orgánico.
Proceso de embalaje y elementos adicionales
Cuanto más frágiles sean los artículos, más cuidado se deberá poner al envolverlos para su envío. Aquí hay dos métodos para mantener seguros esos productos muy delicados:
Suspender el artículo
Si son productos electrónicos o que contienen vidrio y tocan los lados de la caja durante el tránsito, corren el riesgo de dañarse. Una respuesta es suspender los artículos frágiles dentro de la caja. Esto significa apuntalar el producto entre esquineras internas. El artículo ha de estar envuelto de manera segura en plástico de burbujas o virutas de papel antes de suspenderlo entre bloques.
Doble caja
Supone situar una caja más pequeña dentro de una caja más grande. La caja exterior debe ser, al menos, 15 cm más larga y más ancha que la caja interior. Se coloca algún material de relleno en el fondo; se inserta la caja interior, que contiene el producto en el medio, y encima de la primera capa de acolchado. Luego se rellena completamente la caja exterior, los lados y la parte superior con material de embalaje o papel, y se precinta.
Otros elementos: cantoneras y esquineras
Las cantoneras y esquineras ayudan a proteger las aristas de la caja o del paquete ante caídas o impactos oblicuos. Las esquinas son las partes más débiles del embalaje en caso de incidente y protegerlas bien es fundamental, sobre todo si es una mercancía pesada.
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En definitiva, es conveniente revisar todos los aspectos mencionados para asegurar que la mercancía frágil no sufra ningún daño durante su transporte.