El retractilado es un proceso que sirve para empaquetar o envolver cualquier producto mediante un film termoplástico. Es importante conocer en profundidad la utilidad de las retractiladoras, cómo funcionan y en qué sectores recomendamos utilizar este tipo de máquinas. Recalcamos que muchas veces se confunden con las fajadoras y, dependiendo del negocio, así será conveniente elegir unas u otras.
¿Para qué sirven las retractiladoras?
Las retractiladoras se utilizan en la fase de embalaje, justo al final del proceso de producción, y se encargan de empaquetar la mercancía con un plástico especial para, posteriormente, sellarla al palé correspondiente. De esta forma, los productos quedarán protegidos de golpes y suciedad, y no se podrán manipular de forma ajena.
Son muchos sectores los que utilizan este tipo de máquinas, como lavanderías industriales, empresas de alimentación, de artes gráficas, industriales, de marketing, de laboratorios u organismos públicos, entre otros muchos. En todos ellos, es imprescindible que los artículos se envasen antes de transportarse, pero además, que cuenten con la seguridad necesaria para que no se pueda perder el género por el camino. Con la adquisición de esta herramienta industrial, las empresas se aseguran de que sus clientes reciban la mercancía en perfectas condiciones.
En Deal II intentamos cubrir las necesidades de nuestros clientes de la mejor manera y entendemos, aunque nuestros precios son muy competitivos, que algunas empresas no quieran comprar una retractiladora porque supone un coste muy elevado. Por ello, si únicamente se va a necesitar esta máquina para determinados meses o semanas, damos la opción de alquilarla o de realizar un alquiler con opción a compra.
¿Cómo funcionan las retractiladoras?
Primeramente, los productos son envueltos con el plástico para, posteriormente, introducirlos en un horno específico y que, una vez se hayan calentado, estos adquieran la forma deseada. Retractilar ayuda a disminuir los costes de embalaje porque esta máquina estira el papel film y ahorra en cantidad del mismo. Además, algunos modelos ofrecen la posibilidad de automatizar el proceso de embalaje.
El protagonista de la acción es el plástico porque, a lo largo del proceso, se moldea con la aplicación del calor. Con dicho plástico será muy fácil envolver la mercancía, de forma manual o automática, para, posteriormente, pasarla por el túnel de retractilado y aplicar calor. Así es como el papel film se contrae alrededor de los artículos y toma la forma de estos.
¿Qué tipo de retractiladora utilizar?
Dependiendo del uso que se necesite dentro de cada negocio, así será conveniente utilizar un tipo u otro. Actualmente, existen tres tipos de máquinas retractiladoras con características particulares en función de su uso, pero para comprender la tipología y funcionamiento del retractilado es importante que conozcamos en qué consiste el proceso. Este se basa en dos funciones:
- Sellar para cerrar el plástico que envuelve la mercancía
- Retractilar para contraer y adherir el plástico a los artículos.
Retractiladoras manuales
Con la retractiladora manual, será el operario el que envuelva el producto con el plástico y la máquina la que aplique el calor con la pistola; es decir, tendrá que realizar de forma manual las dos fases descritas. Su ventaja principal es que ocupa muy poco espacio y los negocios podrán embalar y sellar entre trescientos y cuatrocientos productos a la hora. Presenta la particularidad de ofrecer unos resultados similares a las máquinas automáticas, pero con un precio mucho más económico. Si cualquier empresa necesita embalar cantidades más elevadas, aconsejamos utilizar retractilados más automatizados.
Retractiladoras semiautomáticas
En estas máquinas también se necesita la ayuda del operario, pero en menor medida. Este solo deberá colocar el film sobre el producto y pisar el botón adecuado para que la retractiladora se ponga en funcionamiento y la mercancía se introduzca en el interior, automáticamente, para que quede sellada. La mayoría de estas máquinas semiautomáticas suelen tener la parte superior con forma de campana como, por ejemplo, las retractiladoras del fabricante Smipack que comercializamos en Deal II.
Recomendamos utilizar este tipo de máquina para realizar el proceso de retractilado de productos en momentos puntuales, en series cortas o con producciones pequeñas y medianas.
Retractiladoras automáticas
Cuando la empresa necesite optimizar el rendimiento del trabajo porque presente grandes producciones, recomendamos utilizar las máquinas automáticas. En este caso, el operario, lo único que deberá hacer será colocar los paquetes o productos sobre la máquina y esta realizará los dos procesos citados sin ayuda humana.
Las cintas transportadoras trabajarán de forma automática para conducir los paquetes hacia el proceso de retractilado para finalizarlo con resultados profesionales. Además de presentar un motor con una velocidad ajustable, las barras de ajuste permitirán controlar las dimensiones de los paquetes para que el mecanizado se haga sin presentar problemas.
Diferencias entre retractiladora y fajadora
A la hora de saber si debemos utilizar una retractiladora o fajadora es necesario conocer sus características y cuál es la función de ambas. La fajadora se utiliza para etiquetar o agrupar el producto y que aumente la visibilidad de la información de contenido. La retractiladora, como hemos mencionado, es útil para empaquetar y sellar mercancía.
¿Es necesario el mantenimiento de una retractiladora?
Como cualquier máquina, sí será necesario realizar el mantenimiento de una retractiladora porque el uso provoca desgaste. En cada ciclo de retractilado se lleva a cabo una fricción en las piezas y se generan residuos. Para aumentar la vida útil de la maquinaria, aconsejamos realizar un mantenimiento periódico cada seis meses o un año, dependiendo de si se utiliza mucho o poco. Nuestro equipo de expertos posee los conocimientos necesarios para ofrecer un asesoramiento completo sobre cómo realizar dicho mantenimiento.
En conclusión, a la hora de adquirir una máquina de retractilado, será necesario pensar en la cantidad de producción de mercancía que necesitamos embalar y sellar, además de analizar si las repeticiones serán constantes o esporádicas. De esta forma, nosotros como expertos tendremos más facilidades para saber el tipo de máquina que mejor cubrirá las necesidades de la empresa. Animamos a las empresas a contactar con Deal II para que nuestro equipo pueda ofrecer un asesoramiento personalizado y decidir qué solución es mejor.