El sector del packaging para pescado, en particular, y el de la industria, en general, han de apostar firmemente por la sostenibilidad. Este concepto ha de entenderse como un pilar de la filosofía corporativa de cualquier compañía. Es conveniente alinear nuestras acciones con los 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS) establecidos en 2015 por las Naciones Unidas.
En este sentido, salvaguardar los recursos humanos, materiales, naturales y económicos disponibles para no condicionar el futuro de las generaciones venideras es una necesidad que en los últimos años está propiciando una revolución no solamente en los hábitos de consumo, sino también en las inversiones y en la gestión que hacen las empresas de los mismos.
Para lograrlo, las organizaciones que nos dedicamos, entre otras actividades, al embalaje alimentario, hemos de poner en marcha acciones como la reducción del uso del plástico, la disminución de la emisión de gases contaminantes, la reducción de costes dentro de la cadena de producción, la promoción de prácticas saludables entre los trabajadores, la aplicación de un modelo de economía circular o la eficaz gestión de residuos.
¿Hacia dónde avanza el sector del packaging para pescados y mariscos?
En la actualidad, el sector del embalaje para productos frescos avanza hacia la búsqueda de alternativas de bajo impacto medioambiental que cumplan con los objetivos de desarrollo sostenible mencionados, sin dejar por ello de cubrir las necesidades propias de conservación de esta materia prima. Algunas llevan utilizándose algún tiempo, si bien el reto reside en conseguir que, además, resulten rentables.
Las tendencias más destacables en lo que respecta a embalajes para pescados y mariscos tienen que ver con lo que ahora conocemos como ecodiseño. Hay que tener en cuenta que el 80 % del impacto medioambiental de un envase se determina en su fase de diseño, por lo que es fundamental hilar fino.
Componentes fácilmente separables
Esto facilita que los envases sean reciclados y que cada uno de los materiales de fabricación acabe en el lugar adecuado. Se trata de confeccionar embalajes que sean 100 % reciclables.
Reducción del peso de los envases
Con esta medida, se consigue un ahorro considerable en materia prima. También facilita enormemente su reciclaje, lo que incide directamente en la reducción de su impacto medioambiental.
Disminución de la presencia de metales pesados
La progresiva eliminación de metales pesados en la elaboración de envases es otra tendencia al alza. Es habitual, por ejemplo, sustituir el acero por el aluminio, cuya biodegradabilidad es mayor. También lo es su capacidad para ser reciclado y reutilizado.
Eliminación de superficies impresas innecesarias
En determinados casos, la tinta utilizada en la impresión de envases para uso alimentario puede llegar a ser perjudicial para la salud.
Asimismo, dificulta de manera considerable el proceso de reciclaje. Por ello, esta medida es importante para la reducción del impacto medioambiental, también en lo que al embalaje en la cadena de frío se refiere.
Uso de materiales con certificado de gestión sostenible
Este documento garantiza que dichos materiales son no contaminantes, y que en los procesos de gestión productiva se han incorporado criterios medioambientales como la reducción de las emisiones de CO2 globales, la eficiencia energética o el uso de energías renovables.
También, que su uso en la fabricación de los envases para estos productos frescos del mar prioriza los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas. En Deal II contamos con el certificado FSC (gestión forestal responsable) para nuestra gama de fajas.
Eliminación progresiva del plástico, evitando los negros no detectables
El plástico está considerado como el enemigo medioambiental número uno, debido a que se trata de un material cuyo impacto en el planeta llega a resultar muy nocivo.
Contamina mares y océanos y, al no ser biodegradable, los residuos pueden permanecer cientos o miles de años en la naturaleza. Y llega a poner en peligro la supervivencia de numerosas especies animales marinas.
Especialmente problemático es el plástico negro, cuyo reciclaje es muy dificultoso, ya que su pigmento oscuro complica su detección mediante la radiación infrarroja por parte de las instalaciones de clasificación.
La contaminación es significativa y generalizada, lo mismo que ocurre con aquellos plásticos en los que se emplean técnicas de coloración. De ahí que su eliminación esté entre las tendencias más destacadas.
Empleo de monocapas y multicapas monomateriales
Las estructuras multicapa de multimateriales plantean desafíos insalvables a las plantas de reciclaje en el tratamiento y recuperación de los desechos. Su huella ecológica es muy nociva, de ahí que en los últimos años estos empaques plásticos estén provocando rechazo.
La proyección de la Unión Europea a medio y largo plazo enfoca hacia su sustitución por estructuras monocapa, o multicapas monomateriales, que son más fácilmente reciclables y reutilizables.
Uso de materiales compostables, reutilizables y reciclables
Los materiales compostables son aquellos que pueden ser descompuestos por organismos biológicos para convertirse en abono orgánico. La apuesta de las empresas por su utilización es firme.
Son materiales que vienen directamente de la naturaleza como, por ejemplo, los llamados polímeros naturales (almidón de maíz o fécula de patata). También se investiga para trabajar con otros como las algas, los hongos, el bambú, la leche o los huesos de olivas.
Sus residuos son fáciles de gestionar en poco tiempo, por lo que su impacto en el medioambiente es prácticamente neutro.
Comercialización de productos a granel
Esta tradicional costumbre se ha empezado a recuperar en los últimos tiempos, puesto que promueve la reducción de envases y el uso de elementos reutilizables.
Deal II evoluciona junto a las exigencias del mercado y legislación
Como referencia nacional en el sector del embalaje, Deal II siempre ha apostado por ofrecer a sus clientes soluciones prácticas y adaptadas a las exigencias que impone el mercado y la legislación. Nuestro equipo profesional se esfuerza por estar al tanto de los últimos avances para incorporarlos a nuestro método de trabajo.